Ayer 19 de febrero, ya tarde, falleció el gran Umberto Eco, escritor, filosófo y experto en lengua y semiótica. En uno de sus artículos para su sección “La bustina di Minerva” (“El sobre de Minerva”) en la revista L’Espresso, decidió traducir y adaptar Fumblerules on Grammar, una serie de consejos y normas de decoro para la escritura, de William Safire. Eco por entonces no conocía el autor y dijo haber encontrado la lista en internet. A continuación os propongo la traducción y la adaptación de aquellos que son intraducibles por la diferencia de idioma (señalados con una “a” al final).
- Evitad las aliteraciones, aunque alivien a las leves levas (a).
- No hay que evitar el subjuntivo, es más, es importante que se usa cuando es necesario.
- Evita las frases hechas, están más vistas que el tebeo (a).
- Exprésate de forma acorde a la claridad y en modo que se perciba correctamente la idea que puebla tu intelecto (a).
- No uses siglas comerciales & abreviaciones, etc.
- Recuerda (siempre) que el paréntesis (incluso cuando parece indispensable) interrumpe el hilo de lo que se dice.
- Atención a no empacharte… de puntos suspensivos.
- Usa la menor cantidad posible de comillas: no es “fino”.
- No generalices nunca.
- Las palabras extranjeras no dan para nada un bon ton.
- Sé parco con las citas. Decía con razón Emerson: “Odio las citas. Dime sólo lo que sabes tú”.
- Las comparaciones son como las frases hechas.
- No seas redundante; no repitas dos veces lo mismo; repetir es superfluo (por redundancia se entiende la explicación inútil de algo que el lector ya ha entendido).
- Sólo los gilipollas usan palabras vulgares.
- Sé siempre más o menos específico.
- No hagas frases de una sola palabra. Elimínalas.
- Huye de las metáforas demasiado osadas: son plumas sobre la piel de una serpiente.
- Pon, las comas, en su sitio.
- Distingue entre la función del punto y coma y la de los dos puntos: aunque no siempre es fácil.
- No uses metáforas incongruentes aunque te parezca que están cantadas: son como un cisne que descarrila.
- ¿De verdad que hace falta utilizar preguntas retóricas?
- Sé conciso, trata de condensar tus pensamientos en el menor número de palabras posible, evitando frases largas – o interrumpidas por incisos que inevitablemente confunden al lector poco atento- para que lo que dices no contribuya a esa contaminación de la información que es seguramente (sobre todo cuando inútilmente lleno de precisaciones inútiles, o al menos no indispensables) una de las tragedias de este tiempo nuestro dominado por el poder de los medios de comunicación.
- Las tildes no tienen que ser ni incorréctas ní inutiles, porque el que lo hace, se equívoca (a).
- No se apostrofa un’artículo indeterminado antes del sustantivo masculino (inadaptable al español, donde no hay apóstrofes en los artículos).
- ¡No seas enfático! ¡Sé parco con las exclamaciones!
- Ni siquiera los peores fans de los barbarismos pluralizan los nombres extranjeros (en italiano las palabras extranjeras permanecen invariadas en el plural, como fan, bar, pub…).
- Escribe correctamente los nombres extranjeros como Beaudelaire, Roosewelt, Niezsche y similares.
- Nombra directamente los autores y los personajes de los que hablas. Es lo que hacía el escritor lombardo más importante del siglo XIX, el autor de “5 de mayo”.
- Al inicio del texto usa la captatio benevolentiae para conquistar al lector (aunque a lo mejor sois tan estúpidos de no entender nada de lo que estoy diciendo).
- Cuida con mimo la hortografia (a).
- No pongas demasiados puntos y aparte.Al menos, no cuando no hace falta.
- No uses nunca el pluralis maiestatis. Estamos seguros de que causa una pésima impresión.
- No confundas la causa con el efecto: estarías en un error y entonces te habrías equivocado.
- No caigas en la tentación de los arcaísmos, hápax legomena u otros lexemas inusitados, ni tampoco deep structures enraizadas que, por mucho que te parezcan epifanías de la diferencia gramatológica derridiana e invitaciones a la deriva deconstructiva pueden exceder las competencias cognitivas del destinatario.
- No tienes que ser prolijo, pero tampoco decir menos de lo que.
- Una frase completa tiene que tener.
FUENTE: https://emitologias.wordpress.com/2016/02/20/consejos-para-la-escritura-de-umberto-eco/
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